Una casita a las afueras de Zaragoza en la que poder descansar los fines de semana o en periodos estivales, rodeada e un gran espacio verde en el que la naturaleza crece sin control y de manera desordenada fueron el motivo de este encargo.

La vivienda contaba ya con unas condiciones muy optimas, pero el jardín no tenía ni orden ni concierto.

Una gran variedad de especies arbóreas y vegetales, repartidas de manera caótica impedían el disfrute de este jardín, sobre todo de noche ya que la iluminación era prácticamente inexistente.

Se ordenaron todos los arboles según un diseño previo, se eliminaron aquellos que habían muerto y se implemento un cerramiento vegetal a lo largo de todo el camino para poder tener más privacidad.

Las luminarias, a la luz del día son prácticamente inapreciables, pero por la noche hacen acto de presencia creando un ambiente mágico.

El otro elemento que incorporamos fue una gran pérgola fabricada con madera tecnológica, con tejado a un agua y la que también incorporamos iluminación en cada uno de sus cuatro pilares con el fín de tener un espacio cómodo para celebraciones, cenas, comidas o simplemente para disfrutar del nuevo jardín.

Localización: Garrapinillos (Zaragoza)
Cliente: Particular
Año: 2021
Diseño de proyecto y jardín: Nati Hueso
Colaboran: Studio Luz, Pirenaica.