En una reforma inicial, el ático de esta vivienda unifamiliar ya fue destinado a los menores de la casa. Han pasado los años y los chicos han crecido por lo que las literas ya no resultan ni divertidas ni prácticas.

Se hace más necesario unas camas de fácil acceso y contar con más espacio destinado al estudio.

Partiendo de estas premisas se diseña un espacio que cumpla con estas necesidades, en el que todo este ordenado y siga quedando espacio para el relax o compartir momentos con los amigos.

Se potencia la sensación espacial eliminando el mobiliario en altura descubriendo así una altura increíble en ambos dormitorios. Como elementos unificadores tenemos el bolon en el suelo, un material altamente resistente a la abrasión se limpia con facilidad y aporta mucha calidez, el color blanco roto que potencia la luminosidad propia de un ático y una falsa pared de ladrillo que da un toque desenfadado, con un aire industrial y cálido.

Una gran zona de estudio remarcada por el amarillo de sus sillas y nuevamente la importancia de la luz.

Focos de base en color blanco que se pierden en el techo del mismo color, apliques de lectura también en blanco que se funden con la pared y para imprimir personalidad en cada dormitorio se juega con una tira led escondida en un falso cortinero, entre las filas de ladrillos, que aporta una luz íntima, indirecta y con gran calidez para los hermanos más jóvenes y un divertido neón con colores intercambiables para el más mayor. Ambas soluciones encajan a la perfección con ese falso ladrillo.

Un diseño interior que aguantara muy bien el paso del tiempo mientras ellos siguen creciendo.

Localización: Zaragoza
Diseño de proyecto: Nati Hueso
Cliente: Particular
Colaboran: Studio Luz, Dmásd Soluciones
Año: 2023